Estos son algunos de los productos derivados de la Caña de Azúcar:
Compostaje: Es un procedimiento donde la cachaza, ceniza y vinaza se combinan en proporciones estudiadas, proporcionándoles las condiciones ideales para que los microorganismos puedan catalizar y convertir esta mezcla en un biofertilizante.
Energía Renovable: La fábrica emplea energía renovable al aprovechar el bagazo de la caña, el cual se quema en calderas para generar vapor. Este vapor es luego dirigido a una turbina, donde se expande y da lugar a la producción de energía mecánica. La mayoría de los procesos productivos de los ingenios se benefician de esta fuente sostenible.
Bioetanol: Es un biocombustible a base de alcohol, obtenido directamente del azúcar en cosechas de caña de azúcar. Este líquido incoloro e inflamable, conocido como bioetanol, se presenta como una prometedora fuente de energía sostenible.
En comparación con los combustibles fósiles, el bioetanol ofrece posibles beneficios medioambientales y económicos a largo plazo. Puede emplearse como combustible para automóviles, ya sea puro o mezclado con gasolina en proporciones variables para disminuir la dependencia de los derivados del petróleo.
Papel: El papel se produce a partir de la fibra de la caña, que se muele y luego se procesa en la planta de celulosa para formar una pasta. Esta pasta se transforma en hojas a través de la máquina de papel.
Plástico: El plástico, producido a partir de residuos de caña de azúcar, busca ser una alternativa futura al plástico convencional utilizado en sectores clave de la economía, como la industria automotriz y alimentaria.
Se trata de un 24% más de lo exportado en el mismo lapso del año pasado.
El bioetanol como una alternativa para la diversificación de la matriz energética y el fortalecimiento a las economías regionales.
Son ocho los ingenios tucumanos que han finalizado su zafra.